El Partido Nacional reaccionó con firmeza este viernes ante la creciente ola de denuncias que cuestionan la integridad de las elecciones generales. Según la institución, ciertos sectores opositores han optado por construir un discurso de fraude para justificar los resultados que no les favorecen.
Aseguro que estas versiones no se basan en evidencia técnica, sino en el intento de sembrar incertidumbre en un país que aún se encuentra en plena fase de escrutinio. “Se pretende instalar un relato artificioso para provocar fractura y desestabilización”, sostuvo.
Mejía consideró que la democracia se daña cuando se manipula la opinión pública con acusaciones sin fundamento. Recordó que el proceso contó con observación nacional y que cualquier denuncia debe presentarse con pruebas, no con mensajes que, dijo, “solo buscan incendiar el ambiente”.
En respuesta a lo que califica como una campaña intencional de desprestigio, la congresista anunció que prepara acciones legales contra quienes difundan afirmaciones falsas, inciten a la violencia electoral o cuestionen la institucionalidad sin sustento documental ni jurídico.
Una de sus principales preocupaciones es la participación de dirigentes del Partido Libertad y Refundación (Libre), quienes —según Mejía— se han sumado a una narrativa “contaminada por sospechas y teorías sin respaldo”, agravando la crispación política que acompañó el cierre de los comicios.
La parlamentaria insistió en que el pueblo hondureño se expresó de manera contundente el 30 de noviembre y espera que los actores políticos actúen con responsabilidad. Subrayó que respetar el ánimo de la ciudadanía implica no manipular el debate público con mensajes alarmistas.
Mejía aprovechó para respaldar públicamente a las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall y Cossette López, quienes —señaló— han enfrentado ataques injustificados. Cuestionar su labor o atribuirles intenciones ocultas constituye, a su criterio, una forma de violencia política.
Al cierre, pidió al Partido Libre frenar la ola de señalamientos. “No se gana con discursos inflamados ni con acusaciones al aire”, expresó, insistiendo en que la estabilidad del proceso electoral depende de la responsabilidad de todos los actores involucrados.