El candidato presidencial por el Partido Liberal, Salvador Nasralla, elevó este jueves la presión sobre el proceso de verificación electoral al exigir que el escrutinio especial incluya no solo las 2,793 actas con inconsistencias ya consensuadas, sino también otras 7,795 actas afectadas por fallas en el dispositivo biométrico.
Nasralla explicó que la exigencia surge luego de una reunión con dirigentes del Partido Nacional, en la que se acordó iniciar el escrutinio especial, pero dejó claro que dicho acuerdo resulta insuficiente si no se revisa el universo completo de actas que presentan irregularidades técnicas comprobables.
Según detalló, las 2,793 urnas cuyos votos no han sido sumados al cómputo oficial representan cerca de 500 mil votos que actualmente no se reflejan en los resultados difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en un escenario que, hasta ahora, favorece al Partido Nacional con una diferencia de 42 mil votos.
El presidenciable liberal aseguró que existe un “acuerdo de caballeros” para iniciar el escrutinio a partir de las 7:00 de la mañana, bajo el entendido de que, una vez concluida la revisión de las 2,793 actas, deberá abrirse de inmediato el escrutinio de las 7,795 actas restantes que continúan bajo reclamo.
Precisó que la cifra fue ajustada tras nuevas verificaciones técnicas y aclaró que, dentro de ese grupo, más de seis mil actas presentan inconsistencias directamente relacionadas con el mal funcionamiento del sistema biométrico durante la jornada electoral.
En ese contexto, señaló que es indispensable que las consejeras Cossette López, en representación del Partido Nacional, y Ana Paola Hall, por el Partido Liberal, se reúnan para definir cuáles de esas actas deben pasar de manera inmediata a escrutinio especial, una vez finalizada la primera fase.
El dirigente liberal Francisco Sibrian Buezo respaldó la postura de Nasralla y afirmó que las fallas biométricas constituyen inconsistencias objetivas que, conforme a la ley, obligan a que las actas sean sometidas a escrutinio especial, ya que el sistema no cumplió su función de validación.
Nasralla fue enfático al advertir que cualquier oposición a la revisión de estas actas atentaría contra los principios democráticos, y cuestionó que algunas consejeras continúen trabajando de manera remota, pese a denunciar supuestas persecuciones, mientras toman decisiones clave sobre el proceso.
Por su parte, el también dirigente liberal Aristides Mejía explicó que el sistema ICR utiliza inteligencia artificial para clasificar las actas entre válidas e inconsistentes, mecanismo que, según dijo, confirma la existencia de miles de documentos que requieren revisión exhaustiva.
Nasralla reiteró que las 2,793 actas aún no sumadas al conteo oficial contienen alrededor de medio millón de votos que deben ser contados y auditados, y aseguró haber dado instrucciones a su equipo para presentarse y participar activamente en el escrutinio, al considerar que solo una revisión completa garantizará resultados legítimos.
