El pasado 15 de diciembre, la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear llevó a cabo una serie de ataques cinéticos letales contra tres embarcaciones que operaban en aguas internacionales del Pacífico Oriental, como parte de una operación dirigida por el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth.

De acuerdo con información oficial, las acciones se desarrollaron tras la confirmación de inteligencia que ubicó a las embarcaciones navegando por rutas históricamente utilizadas para el tráfico de drogas, en una zona considerada estratégica para las redes del narcotráfico transnacional.

Las autoridades estadounidenses señalaron que las lanchas eran operadas por Organizaciones Terroristas Designadas, lo que elevó el nivel de respuesta militar y activó protocolos de interdicción armada bajo el marco de seguridad nacional y combate al narcotráfico.

Como resultado de los ataques, un total de ocho hombres identificados como narcoterroristas murieron durante las operaciones: tres ocupantes en la primera embarcación interceptada, dos en la segunda y otros tres en la tercera, según el balance oficial divulgado tras la misión.

La Fuerza de Tarea Southern Spear destacó que la operación se ejecutó con precisión y bajo estrictos parámetros de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, con el objetivo de neutralizar amenazas sin comprometer la seguridad de otras embarcaciones civiles en la zona.

Funcionarios de defensa subrayaron que estas acciones forman parte de una estrategia más amplia para desarticular las redes criminales que utilizan corredores marítimos internacionales para el tráfico de estupefacientes y el financiamiento de actividades terroristas.

El Pentágono reiteró que el uso de la fuerza se limitó a blancos claramente identificados como hostiles y vinculados a actividades ilícitas, insistiendo en que las operaciones se ajustan al derecho internacional aplicable en aguas internacionales.

Estas acciones refuerzan la postura de Estados Unidos de mantener una ofensiva sostenida contra el narcotráfico y el terrorismo transnacional, particularmente en regiones donde ambas amenazas convergen y representan riesgos directos para la seguridad regional e internacional.