El Partido Nacional advirtió que no apoyará la aprobación de nuevos préstamos internacionales que superen los mil millones de dólares antes de las elecciones generales del 30 de noviembre. Tomás Zambrano, jefe de bancada, aseguró que un endeudamiento de tal magnitud en pleno proceso electoral sería equivalente a entregar un “cheque en blanco” al gobierno de Libre, con el riesgo de que los fondos se utilicen con fines proselitistas.
La oposición también denunció lo que considera un mecanismo de presión política: la asignación de 145.3 millones de dólares en presupuestos especiales relacionados con el proceso electoral. A criterio de los nacionalistas, este dinero se convierte en una herramienta de “chantaje” que podría comprometer la independencia de instituciones como la Unidad de Política Limpia y el Tribunal de Justicia Electoral.
Zambrano insistió en que los 43 diputados de su partido votarán en contra de los préstamos, y acusó directamente al oficialismo de intentar manipular los recursos del Estado para fortalecer su campaña política. Según el legislador, aprobar esos desembolsos en este momento debilitaría la institucionalidad democrática y minaría la transparencia del proceso electoral.
Desde el oficialismo, diputados como Ramón Barrios salieron al paso de las acusaciones y defendieron la urgencia de los fondos. Argumentaron que el financiamiento es indispensable para cumplir compromisos estatales como el pago de salarios a maestros, médicos y enfermeras, y recalcaron que el dinero ya está contemplado en el Presupuesto General. Posponer su aprobación, dijeron, pondría en riesgo la prestación de servicios básicos en el país.