Estados Unidos ha intensificado su presencia naval en el Caribe con la incorporación de un escuadrón anfibio al despliegue ya anunciado de tres destructores de guerra, los cuales se aproximan a las costas de Venezuela como parte de una amplia operación antidrogas.
De acuerdo con fuentes citadas por la agencia Reuters, bajo condición de anonimato, los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale podrían posicionarse en las aguas cercanas a Venezuela en los próximos días, posiblemente desde el domingo. Estas naves transportan en conjunto a 4,500 efectivos, entre ellos 2,200 Marines de una unidad expedicionaria, preparados para operaciones de respuesta rápida.
Aunque el Pentágono no ha divulgado de manera oficial los objetivos de la misión, funcionarios estadounidenses aseguran que se enmarca en los esfuerzos del expresidente Donald Trump por combatir las organizaciones que su administración designó como “narcoterroristas” en la región.
La Casa Blanca destacó que el despliegue militar responde a la promesa de Trump de utilizar todos los recursos del poder estadounidense —incluyendo sanciones y fuerza militar— para frenar el ingreso de narcóticos a su territorio.
Cabe recordar que este mismo año, Washington clasificó al Cártel de Sinaloa, a la banda venezolana Tren de Aragua y a otros grupos criminales como organizaciones terroristas internacionales, lo que otorgó a las agencias estadounidenses mayores facultades para desarticular sus finanzas, redes logísticas y estructuras de mando.