Tegucigalpa.– El padre Leopoldo Serrano culminó este lunes su caminata desde el occidente de Honduras hasta la capital, y lo hizo con un encuentro decisivo: una reunión con el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), donde aseguró que su sacrificio “valió la pena”.
Durante el encuentro, el religioso relató que los consejeros electorales se pidieron perdón, se abrazaron y expresaron su compromiso de resguardar la democracia y garantizar unos comicios transparentes el próximo 30 de noviembre.
Serrano destacó que, tras la reunión, reinó un clima de alegría y confianza entre los miembros del organismo, lo que calificó como un avance significativo en el camino hacia la paz institucional. “El diálogo no es una muestra de debilidad, sino de fortaleza. Solo a través de la escucha mutua y el respeto podremos construir un futuro más justo y próspero para todos”, declaró.
El sacerdote, reconocido por su labor en procesos de mediación y reconciliación social, llegó el domingo a Tegucigalpa tras varios días de caminata. Su propósito fue claro: promover el diálogo político en un país marcado por la polarización y los constantes desafíos democráticos.
En su recorrido, Serrano reiteró que las divisiones solo pueden superarse con voluntad de entendimiento y acciones concretas en favor del bien común.
Con un mensaje firme, el líder espiritual instó a los actores políticos a dejar a un lado sus diferencias partidarias y priorizar el interés nacional. “El futuro de Honduras depende de la capacidad de sus líderes para trabajar juntos y escuchar la voz del pueblo”, expresó.
El padre Serrano, ampliamente respetado por su papel en la promoción de la paz en comunidades afectadas por conflictos, se ha consolidado como una figura clave en los esfuerzos por fortalecer la unidad y la confianza ciudadana en el proceso electoral.