El pastor Gerardo Irias denunció públicamente una serie de hechos violentos que atribuye a seguidores del Partido Libertad y Refundación, a quienes acusó de actuar al margen de la ley con respaldo político y en un ambiente de creciente intolerancia. Según su testimonio, estas acciones estarían ocurriendo ante la complacencia del coordinador general de Libre, Manuel Zelaya Rosales.
Irias aseguró que colectivos vinculados a ese partido atacaron de manera sorpresiva y por la espalda al pastor Mario Banegas, lanzándole piedras durante un incidente que, afirmó, pudo haber tenido consecuencias fatales. El líder religioso calificó el hecho como una muestra de “fanatismo político” y de deterioro del respeto a la convivencia democrática.
De acuerdo con la denuncia, la agresión ocurrió sin que mediara provocación y en presencia de agentes de la Policía Nacional, quienes, según Irias, no intervinieron para proteger a los afectados. “No hicieron nada, ni tan siquiera metieron la mano para defenderlos”, expresó, al cuestionar el rol de las autoridades.
El pastor Mario Banegas fue trasladado a un centro médico para recibir atención, mientras compañeros y feligreses manifestaron su preocupación por el aumento de hechos violentos asociados a disputas políticas. Aunque su condición fue estabilizada, lamentaron la normalización de la agresión como forma de intimidación.
Banegas, por su parte, lamentó que “un grupito de personas tenga en desorden al país” y advirtió que este tipo de conductas no solo ponen en riesgo la integridad física de los ciudadanos, sino que profundizan la división social y el clima de confrontación.
Los pastores denunciaron además que durante el ataque fueron objeto de insultos, al ser señalados como “narcos” y responsabilizados de la derrota electoral del Partido Libertad y Refundación, acusaciones que calificaron como falsas y peligrosas.
Según los líderes religiosos, estas expresiones evidencian un nivel de intolerancia política que ha escalado hacia la violencia abierta, alimentada —afirman— por discursos que justifican la confrontación y desacreditan a quienes piensan diferente.
Irias sostuvo que estas acciones no pueden desligarse del contexto político actual y acusó a la dirigencia de Libre de no condenar de manera firme a sus seguidores cuando incurren en actos ilegales, lo que, a su juicio, incentiva nuevas agresiones.
Los denunciantes hicieron un llamado a las autoridades competentes para que se investiguen los hechos, se deduzcan responsabilidades y se garantice el respeto a los derechos fundamentales, independientemente de credos o posiciones políticas.
Finalmente, los pastores exhortaron a la ciudadanía y a los actores políticos a rechazar la violencia y a retomar el camino del diálogo, advirtiendo que la intolerancia y la impunidad solo profundizan la crisis social y debilitan el Estado de derecho.