Desde el lunes 30 de junio, un contingente integrado por la Dirección de Información Estratégica C-2, la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), efectivos del Ejército de Honduras y de la Fuerza Aérea Hondureña se desplegó en la comunidad de Guarunta, municipio de Ahuas, en el departamento de Gracias a Dios, como parte de una operación de búsqueda e interdicción aérea. La movilización fue realizada mediante un helicóptero modelo H-145 Airbus FAH 991.
El operativo se activó tras el reporte de un vuelo no autorizado, conocido como "traza", que presuntamente habría aterrizado en territorio nacional. De acuerdo con la investigación en curso, la aeronave —un jet ejecutivo— habría descendido entre los llanos de Guarunta, Coco y Wisplini. Luego de una intensa búsqueda, las autoridades lograron localizar el sitio del impacto en horas de la mañana del miércoles.
En la inspección del jet, hallado estrellado en una zona fangosa y parcialmente destruido, no se encontraron restos de droga ni personas fallecidas en su interior. Sin embargo, se recolectaron varios indicios, entre ellos un iPad marca Apple, un reproductor de discos KENWOOD, cuatro tanques de oxígeno y dos extintores.
Como parte de las acciones ejecutadas, se coordinó la inserción de más personal en el área para labores de rastreo, además de establecer enlaces con la Fuerza Aérea para que técnicos especializados realicen una revisión exhaustiva de la aeronave. También participaron efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta General Policarpo Paz García.
Las Fuerzas Armadas de Honduras, en conjunto con el Ministerio Público, mantienen abierta la investigación para esclarecer las causas del siniestro y establecer la propiedad del jet involucrado.