Hamás responsabilizó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de impedir un acuerdo de alto el fuego en Gaza. El grupo islamista reaccionó con dureza al discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien los acusó en la Asamblea General de la ONU de rechazar ofertas de tregua y de negarse a liberar rehenes.
En un comunicado difundido en su canal de Telegram, la organización afirmó: “Nosotros nunca hemos sido un obstáculo para lograr un acuerdo; hemos mostrado toda la flexibilidad y positividad requeridas para este fin”. El texto añadió que “el criminal de guerra Netanyahu es el único que bloquea todos los intentos de mediación, algo que sabe la Administración estadounidense y el mundo entero”.
La respuesta se produjo después de que Trump señalara desde el estrado de Naciones Unidas que Hamás ha rechazado en repetidas ocasiones “ofertas razonables para hacer la paz”, insistiendo en que el grupo debe liberar de inmediato a los rehenes en Gaza.
Sin embargo, Hamás recordó que ya presentó una propuesta formal el lunes, exigiendo un alto el fuego de 60 días a cambio de liberar a la mitad de los cautivos en su poder. La carta fue entregada a Egipto y Catar para que llegara directamente a Washington, según confirmó a EFE una fuente del movimiento.
Trump, en cambio, minimizó la iniciativa y aseguró que la negativa de Hamás a aceptar una tregua ha prolongado innecesariamente el conflicto. “Esto pudo haberse resuelto hace tanto tiempo, pero en vez de ceder a las demandas de rescate de Hamás, aquellos que desean la paz deberían estar unidos con un solo mensaje: liberen a los rehenes ahora”, expresó el mandatario estadounidense.
Pese a la retórica de Washington, Hamás defendió que ha cumplido con anteriores pactos. Recordó que el último acuerdo de tregua fue alcanzado el 18 de agosto, cuando se liberó a 10 rehenes israelíes a cambio de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Según el grupo, Israel violó el pacto al continuar con los ataques y avanzar en su objetivo de tomar la ciudad de Gaza.
La escalada de acusaciones evidencia el bloqueo diplomático que rodea a la guerra en Gaza, donde la población civil enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con hambruna generalizada como consecuencia del prolongado bloqueo israelí.