La fiscalía de Brasil formalizó este lunes la imputación contra el diputado Eduardo Bolsonaro, acusado de "coacción" en el marco del proceso judicial que condenó a su padre, el expresidente Jair Bolsonaro, a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado.

De acuerdo con el Ministerio Público, el legislador, que reside desde hace meses en Estados Unidos, habría intentado presionar a las autoridades judiciales al advertir que buscaría sanciones de Washington si el juicio no concluía a favor de su progenitor.

La acusación sostiene que estas amenazas eran "inequívocas y consistentes" y que buscaban "someter los intereses de la República y de toda la colectividad a sus propios designios personales".

Junto a Eduardo Bolsonaro también fue imputado el influenciador Paulo Figueiredo, señalado por participar en las mismas maniobras de presión.

El exmandatario Jair Bolsonaro, en cambio, no fue alcanzado por el proceso. La fiscalía desestimó la recomendación policial de imputarlo, al considerar que no había elementos suficientes.

El caso adquiere mayor relevancia en el escenario internacional, ya que Estados Unidos anunció este mismo lunes nuevas sanciones contra Brasil.

Semanas atrás, el expresidente Donald Trump ya había aplicado aranceles punitivos del 50% sobre algunas exportaciones brasileñas, alegando que su exaliado era víctima de una "caza de brujas".

La imputación contra Eduardo Bolsonaro y las sanciones estadounidenses profundizan la tensión política y diplomática, mientras el país intenta dar vuelta la página tras el fallido intento de golpe de 2022.