Una nueva masacre sacudió el sistema penitenciario ecuatoriano. En la cárcel de Machala, provincia de El Oro, un enfrentamiento entre bandas rivales dejó 14 fallecidos —13 reos y un funcionario penitenciario— y 14 personas heridas. El motín se registró en la madrugada de este 22 de septiembre.

Las primeras investigaciones apuntan a que reclusos armados escaparon de sus celdas y se dirigieron hacia otro pabellón donde permanecían miembros de una pandilla enemiga. En la incursión fue asesinado un guardia, mientras que varios custodios fueron retenidos y heridos.

Los disturbios, que duraron unos 40 minutos, incluyeron detonaciones, disparos y explosiones que quedaron registrados en videos compartidos en redes sociales. Las fuerzas de seguridad se desplegaron rápidamente para retomar el control.

Tras sofocar la revuelta, la Policía reportó la captura de al menos 10 internos vinculados al ataque, así como la incautación de cuatro armas de fuego y varias armas blancas.

Un número aún no confirmado de reclusos se dio a la fuga, aunque 12 de ellos fueron recapturados pocas horas después. El penal alberga a unos 1.400 internos.

El jefe policial William Calle señaló que la violencia responde a la lucha por el control del narcotráfico y la minería ilegal entre grupos rivales. “Disparaban, lanzaban bombas y granadas desde adentro”, afirmó el funcionario.

Calle denunció también la falta de tecnología en las cárceles del país y la posible complicidad de algunos trabajadores penitenciarios en el ingreso de armas y explosivos.

Según las autoridades, los disturbios se atribuyen a la organización ‘Los Lobos Box’, escisión de la banda criminal ‘Los Lobos’, surgida tras la ruptura de sus cabecillas alias “Saoco” y “Boxeador”, hoy enfrentados por el control del puerto y las economías ilícitas de la zona.