La isla de La Orchila se ha convertido en el epicentro de una de las operaciones militares más grandes realizadas en el Caribe venezolano en los últimos años. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ejecuta por segundo día el ejercicio denominado “Caribe Soberano 200”, con un despliegue que incluye fuerzas aéreas, marítimas y terrestres.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, difundió imágenes en sus redes sociales que muestran aviones, helicópteros, buques, tanques y tropas en formación. Según sus declaraciones, el objetivo es “elevar el apresto operacional” de las fuerzas armadas frente a lo que calificó como una amenaza militar proveniente de Estados Unidos.
Los ejercicios involucran a más de 2.500 efectivos durante tres días de operaciones combinadas. Se movilizaron una docena de buques, unas 22 aeronaves, embarcaciones menores, fuerzas especiales, grupos de inteligencia y sistemas de vigilancia con apoyo de drones, confirmaron fuentes castrenses.
Caracas considera esta maniobra como una respuesta estratégica ante la presencia naval estadounidense en el sur del Caribe. Washington sostiene que sus operaciones en la zona están dirigidas a interceptar embarcaciones ligadas al narcotráfico, una justificación que el gobierno venezolano rechaza y denuncia como una “excusa para la agresión”.
Padrino López ha insistido en la necesidad de duplicar esfuerzos de defensa. En su mensaje, dejó claro que la FANB se prepara para un posible escenario de confrontación y subrayó que Venezuela pasaría de una “lucha no armada” a una “lucha armada” si llegara a ser atacada.
Analistas militares destacan que, más allá del entrenamiento táctico, estos ejercicios tienen un fuerte componente político. Sirven para reforzar el discurso de soberanía de Nicolás Maduro y enviar una señal tanto a la población venezolana como a actores internacionales que observan con atención cualquier movimiento en la región.
Las maniobras en La Orchila se producen en un contexto de tensiones crecientes con Estados Unidos. La administración estadounidense, a través del Pentágono, ha intensificado su vigilancia en el Caribe, lo que ha elevado las alertas en Caracas y motivado la exhibición de fuerza militar por parte de la FANB.
Mientras la operación “Caribe Soberano 200” avanza, la comunidad internacional mantiene la mirada puesta en el Caribe. El desarrollo de estos ejercicios será clave para evaluar si se trata únicamente de una demostración disuasoria o si constituye la antesala de un nuevo capítulo de confrontación en la región.