En un acto cargado de simbolismo histórico y mensaje político, China presentó este martes un despliegue de sistemas de drones durante el desfile militar conmemorativo del Día de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial. La ceremonia, realizada en Pekín, contó con la presencia de altos mandos del Ejército Popular de Liberación y líderes del Partido Comunista, en una clara demostración de poderío tecnológico y militar.

Los drones, algunos de ellos con capacidades de enjambre y otros diseñados para operaciones de reconocimiento y ataque, sobrevolaron la plaza de Tiananmén en formación sincronizada, captando la atención tanto de la población local como de observadores internacionales. Este despliegue reforzó la narrativa oficial de China como potencia militar en ascenso y con creciente dominio en tecnologías estratégicas de defensa.

El evento no solo recordó la derrota del fascismo en 1945, sino que también envió un mensaje al mundo en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas en Asia y disputas con Estados Unidos y sus aliados. Para Pekín, la combinación de tradición histórica y modernización armamentística busca consolidar una imagen de fuerza y resiliencia frente a los retos actuales del escenario internacional.