El presidente argentino, Javier Milei, acusó este martes a un grupo de periodistas de integrar una «red de espionaje ilegal», vinculándolos con la difusión de audios de su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. La denuncia surge en medio de un escándalo por presuntos sobornos que involucrarían a su hermana, tras la difusión de grabaciones sobre un esquema de recaudación de fondos a través de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis).

«A cada paso sigue quedando en claro la red de espionaje ilegal de la que un grupo de periodistas ha sido parte. Estos espías que se disfrazan de ‘periodistas’ quieren desviar la atención del tema real. No están por encima de la ley. Se creen impunes y no lo son», aseguró Milei en su cuenta de X. La publicación coincide con una denuncia presentada ante la Justicia sobre una presunta operación de inteligencia ilegal contra el Gobierno, a pocos días de los comicios legislativos en la provincia de Buenos Aires y de la elección nacional del 26 de octubre.

El escándalo se intensificó después de que se filtraran audios de Karina Milei, que no hacen referencia al esquema de sobornos sino a disputas internas del partido oficialista La Libertad Avanza. Sin embargo, la denuncia señala que un periodista vinculado con la difusión afirmó poseer 50 minutos de grabaciones, por lo que solicitó allanamientos en su domicilio y en el del medio digital que difundió el material.

La Justicia, por su parte, autorizó el inicio de la investigación sobre las filtraciones, aunque el fiscal federal Carlos Stornelli aclaró que no se podrá hurgar en las fuentes de los periodistas ni violar la inviolabilidad de sus domicilios. Mientras tanto, el Ejecutivo logró prohibir la difusión de grabaciones de Karina Milei realizadas en la Casa de Gobierno, medida que generó críticas de abogados constitucionalistas y organizaciones de prensa.

Entre los funcionarios que respaldaron la postura presidencial, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó la filtración como «una operación planificada y concertada en todas sus etapas: grabación, tiempo de espera y ejecución en tiempo electoral, digno de una organización concertada con fines claros de volver al poder dominante de la Argentina que estamos dejando atrás». Por su parte, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que las filtraciones buscan «generarle inestabilidad política al Gobierno y afectar la limpieza de las elecciones».

Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, también se pronunció sobre el origen de los audios, sugiriendo que podrían haberse grabado en la Cámara de Diputados y no en la Casa de Gobierno, y advirtió que la presunta grabación y difusión de conversaciones privadas constituye «un intento deliberado de desestabilización en el marco del proceso electoral».