El huracán Erin obligó a cientos de turistas a acortar sus vacaciones en la cadena de islas de Carolina del Norte, luego de que las autoridades ordenaran evacuaciones en un par de islas de barrera ante el riesgo de marejadas ciclónicas, inundaciones y olas de hasta 4.6 metros (15 pies).

La tormenta, que ya había golpeado partes del Caribe el lunes con fuertes lluvias y ráfagas de viento, mantiene en alerta a gran parte de la costa. El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, advirtió que el sistema continuará fortaleciéndose en los próximos días, generando condiciones peligrosas en el Atlántico occidental.

En la isla de Ocracoke, los turistas y residentes hicieron largas filas en el muelle del ferry, la única vía de salida por tierra. “Definitivamente lo pensamos dos veces”, expresó Seth Brotherton, residente de Catfish, Carolina del Norte, quien debió abandonar su viaje de pesca planeado para una semana. “Pero dijeron ‘obligatorio’ y eso básicamente significa, ‘sal de aquí’”.

Las autoridades reiteraron que, aunque el pronóstico indica que Erin girará hacia el norte y permanecerá en alta mar, el oleaje y las corrientes de resaca representan un serio peligro para quienes permanezcan en las zonas costeras.

Los avisos de tormenta tropical y marejada ciclónica se mantienen vigentes para gran parte de la cadena de islas, mientras equipos de emergencia trabajan en medidas preventivas y el monitoreo constante de la trayectoria del fenómeno.