Teherán, 28 de junio de 2025 —
Este sábado, decenas de miles de iraníes tomaron las calles de Teherán para asistir a los funerales de Estado en honor a 60 personas —entre ellas 30 altos oficiales militares y 16 científicos nucleares— que murieron durante el breve pero intenso conflicto de 12 días contra Israel, ocurrido del 13 al 24 de junio.
La ceremonia comenzó en la Plaza Enghelab a las 08:00 hora local, con versos del Corán, y continuó con una extensa procesión hasta la emblemática Plaza Azadi, recorriendo más de 11 km entre una multitud que las fuentes estatales estiman en hasta un millón de personas. Las imágenes transmitieron un ambiente de duelo y resistencia, con cánticos como “¡Muerte a Israel!” y “¡Muerte a América!”.
Entre los fallecidos destacan figuras destacadas como el general Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Amir Ali Hajizadeh, responsable del programa de misiles, y el general Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor del Ejército. También se rindió homenaje a destacados científicos nucleares, como Mohammad Mehdi Tehranchi y Fereydoon Abbasi, clave en el desarrollo del programa nuclear civil iraní, ambos asesinados en los bombardeos del 13 de junio.
El funeral contó con la presencia del presidente Masoud Pezeshkian, el ministro de Exteriores Abbas Araghchi y altos mandos de la Guardia Revolucionaria, como Esmail Qaani y Ali Shamkhani, quienes se mostraron unidos en un mensaje de resistencia nacional. Sin embargo, el líder supremo Ali Khamenei no apareció públicamente, aunque su ausencia no ha sido explicada.
El conflicto, que comenzó con la llamada “Operación León Naciente” por parte de Israel —quien afirmó haber eliminado hasta 30 mandos militares y 11 científicos— desencadenó una ofensiva iraní con más de 550 misiles contra objetivos israelíes antes de que se alcanzara un frágil alto el fuego diplomático el 24 de junio. Las cifras oficiales estiman más de 627 víctimas iraníes, incluidos civiles, y 28 fallecidos en Israel, según fuentes iraníes e israelíes.
Tras los funerales, Irán se muestra como un Estado endurecido y decidido a mantener su programa nuclear, mientras la comunidad internacional observa con cautela cualquier avance hacia nuevas negociaciones.